jueves, 2 de octubre de 2014

IMPORTANCIA DE LOS HÁBITOS

Lo cotidiano es la base de la vida diaria. Y lo diario constituye nuestro sentido del tiempo, de la historia y del futuro tanto personal como colectivo. La vida cotidiana es la situación más cercana y más estable para los seres humanos especialmente si son niños. En el espacio de cada día, en el ritmo y en lo que ocurre a lo largo de cada jornada es donde se realiza su desarrollo, con sus necesidades y deseos, sentimientos y emociones, y también con todo lo que sucede en su entorno y con los descubrimientos y experiencias que él vive.
Desde la perspectiva pedagógica, la vida cotidiana es uno de los grandes recursos educativos con los que puede y debe contar el educador de esta etapa, facilitando a los pequeños la adquisición de unos buenos hábitos personales y sociales.
Cuando hablamos de adquisición, nos estamos refiriendo a que debe darse una situación de aprendizaje y toda situación de aprendizaje requiere un proceso durante el cual progresivamente se van incorporando conocimientos, actitudes y hábitos, es decir, maneras de hacer constantes debido básicamente a la repetición de las mismas conductas. En este sentido nos referimos a la rutina diaria como las actividades que el niño realiza diariamente a la satisfacción de sus necesidades más primarias. Y estas rutinas tienen gran importancia, ya que se repiten regularmente facilitando así la adquisición de hábitos saludables y positivos.
En la escuela existen unas normas comunes para todos: horarios, actividades, etc. Sin embargo no todos los niños y niñas asimilan y actúan de la misma manera, ya que cada uno es diferente a los demás y sobre todo porque, paralelamente a la acción escolar, está la familiar, de la cual han adquirido, previamente a la escolarización, una serie de hábitos, costumbres, normas de comportamiento, valores, etc., propios del sistema familiar en que viven. No obstante, en la etapa de Educación Infantil, escuela y familia inciden en una serie de actividades que aunque se realizan en contextos diferentes son comunes: alimentación, higiene, autonomía y socialización, etc.
Los hábitos aportan a las personas su personalidad, la capacidad de elaborar los propios rasgos personales de forma original, al mismo tiempo que los identifica con el grupo social en que han nacido con sus valores y su cultura y proporcionan a la mente del niño una trama sólida a partir de la que se hace posible el proceso del pensamiento.

Los hábitos son una actividad que a base de realizarse constantemente igual (por lo que deben adquirirse correctamente desde un principio), se convierten en conductas autómatas. Se consolidan durante los primeros años de la vida, de ahí la importancia de adquirir en estas edades unos buenos hábitos.
Es necesario que los hábitos sean estables y se constituyan en marcos de referencia para que las situaciones se vuelvan familiares y los niños se encuentren cómodos y seguros en ellas. El adquirir buenos hábitos de pequeños, les hará personas mucho más seguras y con mayor autonomía de mayores.
Los hábitos deben trabajarse constantemente e intentar que las familias los inserten en su vida diaria. Debemos recordar que los niños y niñas repiten lo que se dice. También debemos recordar que la verbalización de los hábitos ayuda a su automatización
La actuación conjunta entre familia y escuela puede favorecer mucho la adquisición de una serie de hábitos en los niños y niñas, básicos para su autonomía y desarrollo posterior. Para ello es importante que los padres y madres conozcan qué objetivos educativos tiene previstos este nivel educativo para la adquisición de esos hábitos básicos, así como para los y las educadores/as también es importante conocer en qué medida un niño o una niña de su clase está habituado, por ejemplo respecto a la alimentación, a comer de todo, si come solo, si ayuda a recoger la mesa, etc., dentro del ámbito familiar, ya que puede ser que en la escuela realice estas tareas y en casa, debido a que los límites son más flexibles, no las haga. Una buena relación entre familia y escuela, y un intercambio de información entre padres y profesor-tutor se revela como fundamental.

De todo esto subyace la importancia de las rutinas diarias, en el cole, (asamblea, actividades que hacemos en la misma, organización del horario, horas de ir al baño, horas de salir al patio.....); y en casa, horario de levantarme, de comer, de jugar, de acostarme........ gracias a ellas, los niños/as van adquiriendo su noción del paso del tiempo y son capaces de anticipar las situaciones, ya saben qué va a pasar, y así evitamos sentimientos de angustia.
Todas las rutinas se señalan de forma diaria en la ASAMBLEA, a través de diferentes juegos, los cuáles se hacen en el mismo orden y de la misma manera todos los días, de forma que los niños/as ya saben lo qué va a ir sucediendo a lo largo de la mañana:
 pasamos lista, vemos el día que es, las profes que vienen y en el orden que vienen, cómo hace en la calle, nuba elige al encargado/a, el cuál nos dice si se siente triste o contento y porqué, recordamos las normas, y presentamos para finalizar lo qué vamos a hacer. 

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